¡La sensación de mi polla hundiéndose en su coño lleno de semen fue increíble!
Esta joven rubia caliente tuvo un sueño en el que su novio la engañaba, así que se despertó y se volvió loca. Le gritó al pobre y lo echó de su habitación mientras tiraba sus cosas. Desesperado, acudió a su hermano en busca de ayuda y lo obligó a ir a intentar calmar a su novia. La traviesa rubia, al ver la oportunidad, decidió vengarse de la mejor manera posible. Se quitó la camisa, se arrodilló frente al hermano de su novio, sacó su enorme y ya dura polla y empezó a babear sobre ella. Sólo unos segundos después, ese eje venoso se le mojó y resbaló mientras lo tragaba y lo acariciaba con sus pequeñas y suaves manos. Incluso cuando el novio intentó entrar a la habitación, ella no pudo seguir chupando a su hermano mientras él disuadía al chico de no hacerlo. Fue entonces cuando las cosas se pusieron locas. Después de una intensa mamada de polla y una sesión de garganta profunda, la rubia tenía ganas de más. Desnuda, se levantó y se inclinó hacia el chico quien levantó una de sus piernas y agarró a la chica por detrás. Su coño apretado, recortado y húmedo tomó esa vara hasta el final sin esfuerzo, y el chico comenzó a golpear. Así sin más, estaba devastando a la novia de su hermano mientras ella gemía de placer y frotaba su pulsante clítoris. Él aró su polla más profundamente y más fuerte cuando ella comenzó a correrse en su polla. Sus jugos salieron con cada embestida. Arrojó a la chica desnuda sobre la cama. Después de una breve y apasionada lamida de coño, volvieron a follar duro. La chica estaba encima del chico como una vaquera cachonda y él la criticaba desde abajo, estirando sus apretados entrañas hasta sus límites absolutos. Estaba fuera de control y se corría hasta el fondo. Su cuerpo se sentía como un clítoris gigantesco. Probando una posición tras otra, follaron de todas las formas imaginables. Sentirlo correrse dentro de ella casi la llevó al límite también. ¡No sólo se folló a la novia de su hermano, sino que también se corrió en ella! ¡Pero esa perra loca quería más! Ella quería que la follaran y esta vez quería su semen en su boca. Estaba absolutamente empapada y la sensación de sumergirse en su coño lleno de semen era increíble. No se sabe cuántas veces el bombón se corrió antes de quedar finalmente cubierto de una carga desordenada de semen blanco y espeso.