Ayudé a mi hermosa amiga Lana a entrenar su culo apretado para la perforación anal.
Siempre empiezo el día trotando y cuando me estaba vistiendo esta mañana nunca pensé que mi día sería así. La carrera empezó bien, pero me encontré con mi vieja amiga Lana al doblar la esquina en la zona residencial. Olvidé lo hermosa y sexy que es. Su hermoso cabello largo y rubio estaba recogido en una cola de caballo y su cuerpo estaba bien envuelto en mallas moradas y un sostén deportivo. Al mirar su trasero, me interesó mucho el efecto de su rutina de ejercicios. Lana no lo pensó dos veces antes de darse la vuelta, bajarse los pantalones y mostrar su hermoso trasero y su gran tapón anal en público. Como ella ha estado entrenando su culo para el sexo anal, me ofrecí a ayudar, como un caballero y un gran amigo. Ella me llevó a su patio trasero y tuve mis manos sobre su cuerpo perfecto en poco tiempo. Ella me ayudó a engrasar sus tetas y su gran trasero de burbuja, y cuando froté su coño con mis dedos pude sentir lo empapada que estaba. La empujé sobre la manta en el suelo. Ella estaba lamiendo, chupando, besando, babeando sobre mi enorme polla. Agarré su cabeza y obligué a mi polla a bajar por su garganta. No perdí el tiempo. Mi enorme polla estaba enterrada profundamente dentro de su coño mientras ella agarraba su trasero y abría sus nalgas para que yo pudiera tener una buena vista de su tapón anal. Saqué el juguete y la ayudé a ponerse encima de mí. Si ella quería que le follaran duro el culo, entonces estaré más que feliz de hacer realidad sus deseos. Mi enorme polla cabía dentro de su apretado culo como un guante y la golpeé con fuerza hasta que ella gimió y chorreó incontrolablemente. Podía sentir lo apretada que estaba, y cuando me rogó que volviera a follarle el coño, casi la llené con mi semen antes de que terminara. Pero taladré todos sus agujeros hasta que se quedó sin jugos y llené su boca con la mía mientras ella se arrodillaba para lamer mi polla hasta dejarla limpia.