Chica ninfómana follando con transeúntes en público
El otro día me encontré con una auténtica ninfómana. No podía esperar para mostrarme sus tetas perfectamente redondas. ¡También se subió la falda hasta la cintura, exponiendo su culo desnudo y su coño afeitado! En ese mismo momento, sin importarle la gente que pasaba, la zorra loca se arrodilló y empezó a chuparme la polla. La nena con curvas combinó acariciando las manos y lamiendo el eje mientras prestaba mucha atención a mis pelotas hinchadas. Ella disfrutó de mi enorme polla haciendo contacto visual con los transeúntes. Sintiéndome abrumado por las ganas de follársela hasta los huesos, llevé a la espectacular morena a un parque cercano. No llevaba bragas y mostraba un tatuaje en el trasero que embellecía su voluptuoso trasero. Una vez más me regalaron una mamada. Algo en mis canicas atrajo al pollito que seguía salivando en ellas. Mi polla grande y rígida golpeó la garganta de la aturdidora, haciendo que sus ojos marrones se llenaran de lágrimas. Manejó la garganta profunda como una campeona, dejando que la saliva corriera por su barbilla hasta llegar a sus grandes pechos. Muy pronto, estaba tumbado en el césped y la chica desnuda llevó mi eje a dar un paseo. Caliente y apasionada, la belleza con curvas empaló con entusiasmo mi vara y frotó su resbaladizo clítoris. Ella estaba a cargo. Todo lo que hice fue admirar sus pezones perforados y su figura curvilínea temblando frente a mí. Siguió otra sesión de garganta profunda antes de que la zorra cambiara a montar en vaquera inversa. Ahora, mis ojos estaban fijos en la majestuosa y ondulante parte trasera. Siempre me han gustado las chicas con cuerpos gruesos, grandes tetas, caderas anchas y culos gordos. Después de una paliza cruda al estilo perrito, la ninfómana lamió mi eje hasta que un chorro de semen aterrizó en sus labios hinchados. Pero no importa cuántos chicos al azar se la hubieran follado, ella seguía rogando por más, más. Luego lamió mi esperma con su lengua, disfrutando del sabor dulce y pegajoso, rápidamente se vistió y se fue en busca de otro hombre.