Manos pegajosas con pegamento le rasgaron la camisa, pero ella le arrancará el semen

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Manos pegajosas con pegamento le rasgaron la camisa, pero ella le arrancará el semen

Manos pegajosas con pegamento le rasgaron la camisa, pero ella le arrancará el semen

Su hermanastro siempre se sorprende de lo rápido que crecieron sus senos. Le encantaba verlos moverse mientras ella hacía sus ejercicios, pero también era una buena miembro de la casa arreglando objetos rotos. Con las manos aún pegajosas por el pegamento que había usado para reparar una estatua, pidió tocar su pecho solo una vez. ¡He aquí que se quedaron atascados y él terminó rasgando su camisa favorita y exponiendo sus suculentas tetas! ¡Sus pechos eran increíbles, tan grandes, suaves y jugosos! Enojada, su hermanastra le bajó los pantalones y sacó su vara rígida al aire frío. Sin embargo, ella quedó hipnotizada al ver su pene. Curiosa y emocionada, sopló aire caliente sobre la punta y empezó a tocarla. Su juego evolucionó rápidamente a medida que aumentó su velocidad y comenzó a usar todas sus palmas para acariciar su pilar. Ella acarició su abrigo y dejó un rastro de besos. Pensando que su camisa arruinada no servía de nada, se la quitó por completo. Conociendo el deseo de su hermanastro, le permitió acercarse y probarlos. Sus labios acariciaron suavemente sus pezones mientras su lengua dejaba un brillo resbaladizo a su paso. Queriendo servirlo más, la hermanastra usó su pecho demasiado grande como herramienta de masturbación. Ella envolvió su pene en su tonto abrazo y lo acarició con sus impresionantes montículos. Lamió y besó las puntas como si fueran recuerdos. Los dos avanzaron hasta quedar casi desnudos mientras la hermanastra montaba por completo a su travieso familiar. Lista como una vaquera, sus aletas de amor se tragaron entera su lanza. Su trasero era redondo como los dos lados de la luna y ondulaba con cada presión y elevación de su ingle. Su hermanastro la acostó en la cama, lamiendo su alegría con cuidado y dándole otra oportunidad a sus tetas. Pronto la tetona desnuda estaba montando a su hermanastro. Cada vez que bajaba, se aseguraba de llegar hasta el final. Sus increíbles tetas chocaban entre sí mientras ella rebotaba. Sus grandes tetas le abofeteaban la cara. El chico le agarró las tetas con ambas manos, chupando y lamiendo sus pezones. Quería que la trataran como él la trataba a ella, como un objeto para su placer. Ella sintió su calor en lo profundo de su vientre mientras su esperma se disparaba dentro de ella.

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Date: diciembre 3, 2024