Mi novia no podía dejar de correrse con su nuevo regalo
El rostro de su novia se iluminó con una sonrisa al ver lo que había ganado. ¡Era un lindo vibrador rosa con control remoto! Dijo que era una herramienta que le daría los mejores orgasmos. Toda emocionada y sonriente, rápidamente se quitó los pantalones cortos y se puso su lindo juguete nuevo en su coño calvo. Ella gimió como loca mientras su novio la veía hervir su coño con un juguete nuevo. Quería complacer aún más a su frágil gatito, así que subió el volumen del control remoto. No podía dejar de mencionar a Dios, si sabes a qué me refiero. Se corrió una y otra vez, teniendo un orgasmo tras otro, se sentía débil y le temblaban las rodillas. Le ordenó entrar a la casa en ese estado y sin apenas mover las piernas. Intentó con todas sus fuerzas arrastrarse hasta la puerta de la casa sin que nadie notara que tenía algo metido en su sucio agujero. Esta preciosa rubia subió las escaleras con el culo desnudo sobresaliendo de placer y apenas llegó a la cama, lo que provocó que le quitaran la ropa para mostrarle a su novio lo mojada que la dejaba el nuevo juguete que le había regalado. Inmediatamente quiso sorber todos los jugos que goteaban de su coño aún corriéndose. Incluso como su novia, ella todavía queda atónita cada vez por su monstruosa polla y la chupa apasionadamente. Ahora la quería toda para él, para sostener y penetrar su pequeño cuerpo, así que tomó su frágil cuerpo encima de él en una posición de vaquera inversa y comenzó a destruir su apretado y goteante coño con su enorme polla. Continuó gimiendo y gritando de agonía y placer por aún más. Ella estaba completamente poseída por su serpiente palpitante y seguía rogándole que destruyera más con placer. ¡Orgasmos que ponen deliciosamente celosa a cualquier chica! Ella gimió, amando la sensación de correrse dentro de ella. Su pequeño coño estaba hinchado y rojo y parte de su semen se escapaba de su agujero abierto.