Profesora pecadora sedujo y quitó la virginidad a una colegiala después de la escuela
Antes de que pudiera salir del salón de clases, un maestro de su escuela religiosa privada gritó su nombre y le pidió que se quedara porque tenía algo importante que discutir con ella. Llevó a esta pequeña y dulce morena a la trastienda de la escuela, donde se aseguró de que nadie los escuchara. Había estado observando a esta pequeña belleza todo el año y finalmente ella iba a ser suya. Explicó cómo la gente en el mundo se arrodillaba ante ella para intentar quitarle la virginidad. Por eso se le ocurrió una excusa: ¡que Dios quería que ÉL le quitara la virginidad! Como era una niña muy religiosa, no quería desobedecer a Dios. Ella aceptó y su maestra guió sus manos hasta sus pantalones, dejándola sentir el placer de jugar consigo misma. Nunca antes lo habían tocado allí. Levantó a la colegiala y la colocó sobre el escritorio. Le abrió las piernas, los labios de su coño se separaron, mostrándole un agujero enorme y muy húmedo. El coño joven, virgen e inocente que nunca antes había sido tocado. Su maestro sonrió tranquilizadoramente y dijo que, como su mentor espiritual, sentía la obligación de protegerla quitándole la virginidad en lugar de toda esa gente mala de afuera. Comenzó a lamerla, saboreando el sabor de su coño virgen en sus labios. Luego ordenó a la colegiala que le acariciara la polla. No pudo evitar mirar su tamaño, nunca había visto ni sentido una polla. Vio el placer que le daba su mano cuando su amo cerró los ojos y gimió. Ella miró su polla palpitante, se inclinó más cerca y separó ligeramente los labios. La colegiala sostuvo la punta de su polla entre sus labios y luego empezó a chuparla. Colocó la punta en la entrada de su coño, se empujó dentro de ella y finalmente tomó lo que era suyo. Le abrió más las piernas y le hundió la polla más profundamente. Esperó un momento hasta que ella se ajustó a su tamaño, antes de mover sus caderas nuevamente. Su apretado coño, nunca antes tocado, masajeó su eje, haciéndole más difícil contener su creciente orgasmo. Él la dejó montarlo, golpeando su culo en su regazo, ordeñando su polla y tomando su semen.