Putita disfruta de una polla gruesa del tamaño de su cabeza follándose su coñito
Todos mis amigos no paraban de hablar del nuevo vecino que se había mudado a nuestra calle. Era grande, musculoso y definitivamente tenía una polla enorme. Comenzó una pequeña competencia entre nosotros para ver quién podía conseguir primero su pene gordo. Pensé en él toda la noche y no pude dormir, frotando mi coño mojado debajo de las sábanas. Por la mañana, llamé a su puerta y mis jugos corrieron por mis muslos en abundancia. El tipo era muy ancho y alto. Fácilmente podría levantarme y arrojarme sobre sus hombros. Mientras colgaba de su hombro, le quité los pantalones, dejando al descubierto su enorme carne. Nunca había visto una polla tan grande. Era del tamaño de mi cabeza. Me puse tan cachonda que me lo metí en la boca. No pude profundizarlo, pero disfruté chupando la punta. El piercing en mi lengua también da una sensación extra cuando chupo la polla. Me bajó y me arrodillé. Empezó a golpearme la cara y la lengua con su polla y lo disfruté. Intentó follarme la cara con ese monstruo pero no pudo meterlo del todo. Chupé la punta lo mejor que pude. Luego me quitó toda la ropa a la fuerza. Se arrodilló entre mis extremidades abiertas y frotó la cabeza de su impresionante polla sobre los labios hinchados de mi coño, provocándome. «Necesito tu polla dentro de mi coño. Ahora… date prisa. Susurré.
LOS COÑOS PEQUEÑOS SON DESTRUIDOS POR LAS POLLAS MÁS GRANDES:
Sentí el calor de su polla hinchada cuando entró, estirando mi pequeño coño más de lo que jamás había experimentado. Grité. «¡Ay dios mío! Oh… oh, mierda… ¡FUUUUCK!” Cuando me lo metió no perdió tiempo y empezó a pegarme. Me abrió las piernas mientras me follaba. Me hizo rebotar arriba y abajo, haciéndome gemir de placer. Me miró directamente a los ojos mientras golpeaba mi coño con fuerza. Luego se sentó con su polla todavía dentro de mí. Estaba en tal éxtasis que su lengua sobresalía como la de un perro. Estaba yendo hasta las pelotas. Sus bolas golpeaban mi agujero por la pura fuerza de sus embestidas. Monté esa polla con vigor. Luego miré para otro lado, al estilo vaquera invertida. Puso mis piernas sobre mi cabeza, exponiendo aún más los labios de mi coño. Me golpeó muy fuerte. Me levantó y me arrojó. Ahora me quería al estilo perrito. Enterré mi cara en el sofá mientras tomaba su enorme polla. Llegué al límite. Perdí el control de mis extremidades. Mis piernas temblaban incontrolablemente pero él no dejó de follarme. Me giré boca arriba, poniendo ambas piernas detrás de mi cabeza. Forzó su polla dentro de mí con tanta fuerza. Me follaba el coño, luego sacaba su polla y la metía en mi boca. Luego me levantó y extendió todo mi cuerpo frente a él, haciéndome levitar. Ese fue el mejor golpe que he recibido hasta ahora. Me estaba jodiendo hasta las pelotas mientras yo levitaba como Superman. Sentí un espasmo en su polla mientras llenaba mi ansioso coño con su semen caliente. Su cuerpo tuvo espasmos y su polla se sacudió repetidamente mientras gemía. Fue lo más caliente que jamás había experimentado.