Su hermanastra gamer nerd siempre ha querido rebotar en su polla
La guapa rubia no se dio cuenta de que se estaba poniendo unas bragas con un pequeño juguete sexual adherido a ellas. Continuó jugando su videojuego favorito cuando su larguirucho hermanastro presionó un botón en su control remoto y encendió el juguete. Las vibraciones contra su clítoris se sintieron fantásticas y se excitó en segundos. Ella se abalanzó sobre él mientras estaban en el sofá y comenzó la diversión. Ella sacó su polla de los confines de sus pantalones, bombeándola con la mano antes de llevársela a la boca. Ella lamió alrededor de la cabeza de su eje, empujando la longitud lo más que pudo. Él comenzó a jadear y a elogiarla, instándola a continuar. Ella se sentó a horcajadas sobre su regazo y se giró en su posición favorita: vaquera invertida. Empujó sus caderas hacia arriba para encontrar sus ansiosos empujes y, muy pronto, ambos gemían de placer. Ella se giró para mirarlo por un momento, y hubo una vista clara de su dura polla entrando en su coño goteante. Los movió para que ahora fueran estilo perrito, acelerando y golpeando sus bolas contra su trasero. Sus manos firmes rodearon su garganta y la presión la hizo ver estrellas. En algún momento se trasladaron a la cocina, donde él continuó follándola en la misma posición. Ella estaba al borde del orgasmo y apretó sus paredes internas, chupando su longitud tanto como pudo. Le levantó los pies y mantuvo el ritmo rápido. Sus pequeñas tetas se movían sobre la encimera y su rostro era pura felicidad. Estos duros golpes continuaron durante años, con una resistencia a la altura. Pronto cayeron al límite y fue increíble.