Universitaria muy caliente follada con un nerd en plena biblioteca
Las bibliotecas universitarias pueden ser lugares para algo más que estudiar. Eso es lo que hizo este lindo chico cuando entró por primera vez porque estaba pensando en todo menos en leer. Una impresionante mujer asiática estaba sentada frente a él y su perfecta belleza lo dejó inconsciente. Ella era una pelirroja con muchos tatuajes y piercings que parecía sexy. Puso algo de pornografía en la computadora portátil y coló una carga debajo de la mesa haciendo el ruido que llamó la atención de esa chica gótica asiática. Pero ella tampoco era un ángel, así que quedó intrigada por lo que pasaba debajo de la mesa y se arrastró hasta la entrepierna del niño y tenía mucho que buscar. Una enorme erección sobresalía de sus pantalones y ella era una zorra sedienta de semen que sin dudarlo saltó sobre la cosa y se la metió en la boca. Mientras ella le hacía una mamada, nuestro chico Jordi luchaba por contener su reacción, pero aun así era evidente y daba vergüenza a todos verlo. Entonces la pelirroja se puso muy cachonda y, apoyándose en la mesa, empezó a tocarse y a hacer gotear su coño. Pero como todo era terriblemente inapropiado, los echaron de la biblioteca y decidieron esconderse detrás de una estantería y continuar donde empezaron.
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La sexy asiática reveló sus grandes y jugosos rasgos naturales y se quitó las bragas para recibir sus golpes, apenas agarrándose del perchero. El nerd cachondo instantáneamente apuntó su gruesa cabeza hacia su entrada y se empujó hacia adentro, obligándola a volver a su estrechez. «Ohhh Dios, esto es tan jodidamente bueno…» gimió. Su cuerpo estaba caliente, jadeaba y su coño palpitaba alrededor de su miembro. Él la golpeó por detrás cada vez más fuerte, mientras ella gemía fuertemente. Mientras los adolescentes se follaban entre sí, otros estudiantes pasaron y agarraron el libro, sin tener idea de que esta pareja se estaba follando como conejos. Después de una larga perforación en posición de perrito de pie, la chica comenzó a montar a su hijo de puta mientras él yacía en el suelo con los pantalones bajados. Sus labios rosados e hinchados estaban rojos por tanto follar. Rompieron completamente la estantería y todo lo que había dentro acabó en el suelo, y siguieron follando como si no hubiera nadie cerca. Esa chica no tenía intención de renunciar a su polla en el corto plazo. Ella saltó incansablemente en posición de vaquera hasta que se dio cuenta de que su nuevo conocido estaba a punto de correrse. «Déjame correrme en tu cara». Él gruñó mientras continuaba empujando dentro y fuera de su coño hambriento. Empujó en el calor apretado de la vagina de la asiática unas cuantas veces más. La chica desnuda se arrodilló ante él y comenzó a agitar su herramienta con fuerza hasta que disparó un chorro de semen por todo su rostro perfecto. Podía sentir su polla palpitar en su mano cada vez que una carga de semen salía de su lengua. Con el rostro todavía cubierto de semen, volvió a trabajar en los libros.